En la villa del Cónsul de la provincia coinciden, su rival en la carrera del senado, las conspiraciones de sus respectivas esposas, un capitán más dispuesto para los asuntos amorosos que para los militares, un independentista compinchado con un esclavo, un general de incógnito y… ¡Por Júpiter! Aquí se puede armar una gorda.